El Hombre del bicentenario.
El ser humano, como en un principio, se encuentra en la búsqueda constante por satisfacer sus necesidades, a causa de ello desarrollamos tecnologías que cumplan con el cometido. En la historia Andrew es un robot producto de la tecnología de la época, que experimenta sentimientos como ningún otro de su serie, siendo un artefacto realiza acciones que incluyen en su totalidad los valores morales que perfeccionan al hombre. El convive con la familia del señor Martin, integrado por su esposa, la señorita y una niña, estos lo aceptan como un miembro más, en tanto Andrew se muestra siempre respetuoso y leal aportando soluciones a los diversos problemas. Inicialmente la misión para la cual fue creado Andrew era la de comprender y servir a las personas respetando las 3 leyes de la robótica. 1. Un robot no debe causar daño a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra ningún daño. 2. Un robot debe obedecer las órdenes impartidas por los seres humanos, excepto cuando dichas ó